A los pensionistas le
van a ir fatal, cuyas pensiones sufrirán en 2017 la mayor pérdida de poder
adquisitivo en cinco años. La subida del 0,25% y la previsión de que el IPC
estará por encima del 1,5% arrojan la mayor pérdida de poder de compra desde
2010. La subida de las pensiones aprobada para 2017, es el mínimo contemplado
en la última reforma de las pensiones que aprobó el Gobierno de Rajoy, que
habrá que derogar. El gobierno, con su especial sensibilidad social, ha vetado
la iniciativa de la oposición −excepto Ciudadanos− para que se aplicara un
aumento del 1,2%. Una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios,
realizada a personas con edades entre los 60 y los 79 años, viene a decir que
los españoles perdemos un 26% de ingresos al jubilarnos. Un 25% de los
pensionistas dependen de una única pensión para poder vivir y 1,96 millones de
personas cobran de pensión entre 600 y 655 euros al mes.
Malos tiempos corren
para la clase trabajadora y los desempleados; de forma especial para los
mayores de 50 años para lo que la búsqueda de trabajo es un tormento. Quienes a
esa edad buscan empleo, se frustran por el rechazo de la mayoría de
empresarios, que prefieren jóvenes de más fácil doma y menor salario. Los
trabajadores de 50 años son los primeros en sufrir las regulaciones de empleo. La
cifra total de parados registrados en las oficinas de empleo, se sitúa en
3.702.974 personas, más pobres y más desprotegidos, «y continúa en los niveles
más bajos de los últimos siete años», apuntan. Habrá que esperar a la Encuesta
de Población Activa para conocer la realidad que no es tan halagüeña como nos
quieren hacer ver. El Sistema de Protección a noviembre, nos dice que la
cobertura solo llega al 55,66% y que los gastos totales suponen un 8,4% menos
que en 2015, pese a que hay más personas en situación de desempleo. Los
beneficiarios han bajado en los últimos años: 1.990.843 beneficiarios había en
2016, frente a 2.462.329 en 2014. Hay 1.712.131 personas sin protección, y
nadie se acordó de ellos en sus discursos.
El aumento del número
de contratos registrados en diciembre tiene que ver con la tradicional
temporada navideña. Tan sólo 122.294 contratos en diciembre eran indefinidos
(7,19% del total), por lo que un 92,81% de los contratos son temporales.
El problema de la
teoría económica convencional no es (solo) que los economistas actuales se
centran demasiado en las matemáticas y los modelos económicos – no hay nada
inherentemente malo en utilizar matemáticas y modelos – o que la mayoría de los
economistas no tengan tanta “erudición y talentos múltiples” como los clásicos
del pasado. El problema es que la economía ya no es “economía política”, un
análisis objetivo de las leyes del movimiento del capitalismo, sino una
apología de todos los defectos, mal llamado “virtudes “del capitalismo.
Como Marx lo resumió:
“De una vez por todas quiero aclarar que por economía política clásica entiendo
la teoría económica, que, desde la época de W. Petty, ha investigado las
relaciones reales de producción en la sociedad burguesa, a diferencia de
economía vulgar, que se ocupa sólo de las apariencias, rumia sin cesar los
materiales que desde hace mucho tiempo ha proporcionado la economía científica,
y busca explicaciones plausibles de los fenómenos más abstrusos, para uso
diario de la burguesía, pero para el resto, se limita a sistematizar de forma
pedante, y proclamando verdades eternas, las ideas trilladas en las que cree la
auto-complaciente burguesía con respecto a su propio mundo, que es para ellos
el mejor de los mundos posibles”.
Los trabajadores parados o empleados y los
pensionistas del Conjunto de Estado Español lo tenemos claro la única alternativa
que nos queda es LA LUCHA DE CLASES.
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