Tontería
y delirio son manifestaciones complementarias, su aparente
contradicción oculta una profunda connivencia. No encontraremos
ningún lugar de la sociedad que esté desvinculado de este contexto.
La multiplicación de profesionales trabajando sobre los males que
acogen a nuestra sociedad no tiene porque traducirse en la solución,
ni en la mejora efectiva de los mismos, sino en ayudar a establecer
conjuros altisonantes que conformen a la gente, contribuyendo más a
mantener que a reconvertir los modos de gestión económica
imperantes, que son los que acarrean injusticias.
La
pretensión de progresar socialmente, de avanzar hacia un mundo
social y económicamente más equilibrado y estable sin cuestionar
las actuales tendencias expansivas de los activos financieros, los
agregados monetarios y la mercantilización de la vida en general es
algo tan ingenuo y desinformado que raya en la estupidez. Estos días
nos están diciendo a la vez que vamos a generar más riqueza y más
paro y que los responsables de que nuestros niños sean de lo más
tonto de Europa son los adultos españoles, que somos lo más tonto
de Europa. Hay que serlo para creer cosas así.
Decía
Cicerón: “Ciertamente, la ignorancia de los males futuros es más
útil que su conocimiento”. ¿Es así como hay que entender nuestro
gusto por absorber tonterías en forma de noticias, como una forma de
atreverse a no saber?
A
Rubalcaba nadie le cree. Juntos parecen dos viejos elefantes peleando
por llegar antes al final del camino Y tú, más, le espeta Mariano
en el congreso a Rubalcaba, mientras sus partidos respectivos se
hunden en las encuestas y en el pantano de la corrupción, mas el PP
que el PSOE pero corrupción al fin y al cabo. Por si fuera poco, la
delfina socialista, artífice de la renovación, ha puesto pies en
polvorosa y se ha ido a hacer las Américas. Y es que para gobernar,
quien dice gobernar, ya está la troika. .Hoy es difícil saber quien
será el próximo presidente del gobierno. Y no precisamente porque
no sepamos qué partidos pueden ganar las elecciones. Pero pasó el
verano y Mariano llegó, y a fe de Dios que llegará, a golpe de
mayoría absoluta a pesar de que lo tenga todo cada vez más
desatado, el pueblo pidiendo elecciones anticipadas y el manteniendo
el barco del PP a flote con su mayoría absoluta.
Esperanza
Aguirre, la
prefieren los votantes del PP según un sondeo de Demoscopia, un 37%
la desean como próxima candidata a la presidencia del gobierno
frente a un 8% que desea a Rajoy. Y ella tan pichi, aterriza en el
Círculo Ecuestre de Barcelona para dar su visión de Catalunya y
poner al propio PPC patas arriba, diciendo que eso del café con
leche para todos no funciona, y que la nueva cruzada es catalanizar
España, y a la burguesía lo que es de todos y todas. O lo que es
lo mismo, burgueses de todas las autonomías, uníos. Yo seré
vuestra dama de hierro, que todos juntos sacaremos el jugo hasta
exprimirlo a tod@s. Saquearemos lo poco
que queda de lo publico en beneficios de toda la burguesía, eso si
yo al frente como la nueva Dama de Hierro.
Aunque
con menos ruido mediático, la banca española ha vuelto a ser centro
de atención financiera y política este verano. El motivo esta vez
son los llamados “activos fiscales diferidos” (DTA, por sus
siglas en inglés). De hecho, Bankia y Banco Sabadell son líderes
europeos en la materia, donde el 70% y el 60% respectivamente de su
capital de máxima calidad resulta ser en realidad estos activos
fiscales. En el caso de Bankia ello se debe a las provisiones por su
alta exposición al ladrillo, que conllevaron el rescate europeo. Y
el Sabadell por los saneamientos que suponía adquirir la Caja de
Ahorros del Mediterráneo, muy por debajo de su valor en libros (tan
por debajo que la compró por un euro). Se negocia un acuerdo Dados
los cambios que implica Basilea III, la UE amplió el plazo para
cumplirla de cinco a diez años. Pero eso no basta, porque no parece
que los bancos vayan a generar los beneficios suficientes como para
tapar tantos hoyos, ni que puedan acceder a financiación privada. De
nuevo, y para mayor gloria del liberalismo, se requiere del recurso
del Estado.
La
ciudadanía, como pueblo se les impodran nuevos recortes, como la
cuestión de fondo, otra vez eludida, es que la mala situación de la
banca evidencia un acusado empobrecimiento de los hogares, unido a un
modelo financiero inviable, siempre a pagar por los mismos. EL
PUEBLO.
José
María Domínguez
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