Si
esta organización tuviera inteligencia colectiva en la dirección de
IU . crisis actual del capitalismo no le hubiera cogido, como al
resto, con el pie tan cambiado. Hubo muchos avisos previos,
sacudidas, choques de placas tectónicas en la periferia del sistema
-corralito en Argentina, crisis de los Tigres Asiáticos, Efecto
Tequila en Méjico, crisis venezonlana que dio lugar al
caracazo,...-, incluso en el mismo centro del sistema (estancamiento
de la economía en Japón, crisis de las punto.com en USA). Las
señales estaban ahí, a la vista de todo el que quisiera verlas. Que
a nivel individual muchas personas de a pie tampoco la viéramos
venir es secundario. Una organización debiera ser en el pensamiento,
aún cuando de echo no lo sea, algo superior al pensar individual.
Los viejos de este, país, esos de los que se suele decir que cuentan
batallitas, barruntaban algo, cuando veían las subidas incesantes de
la vivienda, a la que no acompañaban los salarios -de ahí que mucha
gente tuviera que vivir a crédito- y la facilidad con la que se
concedían las hipotecas. Decían: “esto va a estallar en cualquier
momento” o“esto
tiene que estallar por algún lado”.
No les hacía falta ser Ministros de Economía. Simplemente no les
cuadraba lo que estaban viendo. Que una organización política de
dimensiones más bien medianas, y con economistas en sus filas, no
viera lo que se nos venía encima tiene peor pasar. Esta
organización entendería que ya no hay espacio ni para la
socialdemocracia ni para los modelos económicos keynesianos o
neokeynesianos que defiende en sus propuestas políticas. El golpe
que el TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones
UE-USA) infligirá sobre la soberanía económica de los Estados, la
desregulación del mercado financiero mundial y del comercio, muchos
años antes, se añaden a la imposibilidad de una política de
inversión pública que revierta todo lo privatizado si no se
contempla la expropiación de las grandes fortunas y de sus negocios
porque la suma de lo privatizado es astronómica, los Estados están
endeudados y no tienen dinero para realizar esas políticas y ni
siquiera se podría cubrir ese déficit con una política impositiva
realmente progresiva. Pero una política de expropiación exige una
voluntad de enfrentamiento con el capital que supone la ruptura con
los límites del marco legal institucional y, en consecuencia,
conlleva apostar por planteamientos cuasi insurrecionales. Algo muy
distinto de las declaraciones de Cayo Lara el anteúltimo día de
campaña con aquello de que los gobiernos se cambian en las urnas.
Esta es una afirmación que la puede suscribir tanto el PP como el
PSOE porque en su institucionalismo la han repetido hasta la
saciedad. Los trabajadores conscientes, seamos capaces de votar sin
ponernos una pinza en la nariz -porque es preciso dar un giro hacia
la lucha de clases, sí se quiere derrotar al capitalismo.
PODEMOS.
Muchos compañeros decidieron dar su apoyo a esta formaciòn por alli
se encontraban antiguos compañeros y compañeras de encuentros en
las luchas en las dos últimas décadas de su militancia. Allí en la
idea estaba Pablo Iglesias con el que compartieron tareas de
dirección en el Comité Regional de la Juventud Comunista de Madrid
de 1996-2000. Iñigo Errejón al que conocían de la Coordinadora
Antifascista de Madrid
y la gente sana de Izquierda Anticapitalista, como Miguel Urban y
Teresa Rodríguez, si la dirección de IU hubiera tenido una
inteligencia colectiva, en estas pasadas europeas hubieran concurrido
conjuntamente, tres millones de votos es para que la derecha de esta
país se piense que no puede seguir con la actitud que tiene de
opresión para el pueblo. Por eso hoy mas que nunca nos hace falta
que toda la izquierda forme un frente comun para derrotar a los que
nos oprimen.
José
María Domínguez
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