“Lo que caracteriza al posfascismo es un régimen de
historicidad específico- el comienzo del siglo XXI- que explica su
contenido ideológico fluctuante, inestable, a menudo contradictorio,
en el cual se mezclan filosofías políticamente antinómicas”[Enzo
Traverso]
Las derechas están cambiando la
cara, es más juegan a ver quien se escora más. Tanto PP
como C's
acaban quitándose la máscara y dejan atisbar su verdadero rostro.
Desde la moción de censura Albert
Rivera se ha visto
descolocado, y ya no propugnan propuestas pseudomocráticas o
pseudoprogresistas. No podemos olvidar que este tipos de derecha
suele jugar al son de las encuestas. Pero tampoco podemos olvidar o
quizás volvemos a recordar cual es el origen de dicho Partido. Un
Partido que aparece en Cataluña, con el único objetivo de
enfrentarse a los “derechos democráticos” del pueblo catalán.
Por consiguiente, es un partido que en el Este de España no engañaba
a nadie. Su objetivo es ir contra el programa de inmersión
lingüística, no tenía futuro esta lucha -que tan solo con el
tiempo iba a calar-.Sólo con el “salto al Estado”, bajo un
ropaje socialdemócrata, la situación iba a cambiar.
Por su parte el PP,
a raíz de la perdida del gobierno por la moción de censura, ha
sufrido un tsunami. Toda la vieja guardia de Rajoy
ha desaparecido. Pero en
su Congreso Extraordinario ha elegido un líder y una dirección que
ha escorado el lenguaje y la práctica. Y esto se ha visto con el
abrazo con Aznar
(que en sus últimas declaraciones afirmaba que ahora es el momento
en que se encuentra a gusto). Normal cuando su pupilo ha tomado el
poder y vuelve a basarse en el lenguaje y en la “postverdad” del
atlantista y halcón que es Aznar.
Es el PP
más cercano a Aznar y
su fundador (Manuel Fraga)
el que ha vuelto. Se reivindica toda la historia de Aznar
(también su papel en la Invasión de Irak). Hay que acabar con el
infiel. Así apoyamos las tesis atlantistas en al que se tiene como
objetivo el nuevo enemigo: el islam yihadista. Pero esta nueva
dirección no va a olvidar como perdió el gobierno, y esto a uno le
recuerda como actuaron después de perder las elecciones del 2014. Ni
ayer ni hoy perdonan y toda la política que desarrollan se basan en
la venganza. El símil es bien patente, tanto ayer como hoy lo
primero que intentan es el ataque personal y el desprestigio del
Presidente del Gobierno.Y su segundo eje del ataque reside en el
ataque personal hacia las ministras del gobierno: ahí reside su
feminismo de derechas y burgués.
Pero no sólo es esto. El otro eje
es volver a atacar los derechos humanos. Hoy mismo el SG del PP hace
unas declaraciones afirmando que “el aborto no es un
derecho”. El humo posfascista
aparece en todas sus declaraciones, intentan afianzar el “miedo al
islam” afirmando que la migración supone una invasión. Nada más
lejos de la realidad. Pero es que al mismo tiempo en espacio de 10
años nuestro Reino de España necesita 10 millones de migrantes,
sólo para mantener el Estado del Bienestar. Pero eso no importa (ni
interesa); lo único que importa es conseguir votos para ganar unas
elecciones.
Por otro lado les sale a borbotones su pasado fascista (al fin y al
cabo son los cachorros de Fraga). Aparte de no haber dado ni un duro
para la recuperar la dignidad de todos aquellos asesinados por su
“héroe” y dictador que se encuentran en las cunetas; ahora por
vergüenza se abstienen en votar la “exhumación” del dictador,
incluso a algunos les sale la vena y defienden al dictador, como pasó
en la Asamblea de Madrid
El PP
tiene la mayoría absoluta en el Sensado (una cámara que nadie hasta
el momento ha querido convertir en una cámara territorial, y que en
realidad se ha convertido en un cementerio de elefantes), y la
mayoría en la mesa del Congreso junto con los diputados del C's.
Ahí radica su 55verdadera
jugada de ajedrez que les permite vetar y boicotear todas las
propuestas que provienen de la izquierda parlamentaria.
Por su parte el C's
está jugando con algo muy peligroso. Están reconstruyendo una
sociedad civil con los restos de las organizaciones fascistas y están
llevando una “lucha identitaria” (españolista) en el peor
sentido preyorativo. Y en esto tienen la ayuda del PP.
Los “Principios del Movimiento” o los discursos de Primo de
Rivera nos vienen a la mente. Esta derecha posfascista ya no se
esconde. No piden la vuelta del 155
(sólo para provocar
nuevas elecciones), no lo que piden es un 155 permanente,
lo que supondría un estado de excepción. Cosa que también podrían
llevar a cabo aplicando el artículo 55.
La última de Rivera
es pedir la “ilegalización” de los partidos idependentisata.
Cosa que ya hizo Lerroux
en la década de los 30 del siglo pasado. La realidad es que el PP
nunca ha estado de acuerdo con el Estado de las autonomías (no
olvidemos que la derecha AP
no votó la Constitución). Lo que buscan es la “recentralización”
del Estado, quitando competencias. Últimamente ambos partidos de la
derecha española (y españolista) propugnan que Educación y Sanidad
vuelvan al Estado.
Concluyendo,
lo mismo que en la 2 República nos ha estallado en las narices el
“problema nacional”, en particular el problema catalán.
Problema que no se soluciona con pirómanos que provocan el fuego. Y
de su solución depende – como en un momento dijo Tardá-
no sólo la libertad del pueblo catalán sino también la misma
democracia en el Estado. La solución de la derecha española ya
estamos viendo cual es: represión, estado de excepción y
desaparición del Autogobierno. El problema es que en ambos lados de
la trinchera existen pirómanos. Por eso mismo decimos que “contra
la democracia, más democracia”.
Javier
Méndez- Vigo [ a publicar en lataberna.eu]
Buen análisis
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