domingo, 28 de agosto de 2011

UN GOL POR LA ESCUADRA


a se han terminado las Fiestas de Benicarlo, en este periodo nos han metido un gol por toda la escuadra. Ese gol es nuestra Constitución. Sin embargo parece que nuestra Constitución la deciden ahora Merkel y Sarkozy de espaldas a la ciudadanía, y con formas anti-democráticas que contradicen a la propia Constitución, que dice asi “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.

Antes,Rajoy, le había propuesto al Presidente del Gobierno a reformar la Constitución para introducir la obligación de alcanzarlo y el, se rió de la propuesta en el debate sobre el Estado de la Nación de 2010: “Una reforma que, como saben, es rápida, dado cómo es nuestro procedimiento de reforma constitucional, y que sería muy eficaz para combatir la coyuntura de la crisis. El ahora candidato socialista terció en el debate y también descalificó la propuesta de reforma constitucional diciendo: “Como todos sabemos, la Constitución es una ley que se cambia fácilmente y en un plis-plas nos arregla la crisis” y en marzo de 2011, durante una sesión de control al Gobierno, Rubalcaba recalcó de que "no vamos a imponer por ley del Estado un techo de gasto a las comunidades autónomas, no lo vamos a hacer porque creemos que va contra la Constitución".

El concepto de déficit estructural no es el resultado del simple saldo de las cuentas anuales del Estado sino el saldo que tendrían esas cuentas en unas condiciones ideales: cuando la economía estuviera en pleno empleo y, por tanto, cuando el PIB realmente registrado fuese igual al potencial (el que se alcanza cuando se utilizan todos los recursos de una economía). El acuerdo político que ampara la reforma lo define como "aquel que se deriva de no considerar los ingresos y gastos públicos relacionados con las expansiones y recesiones normales de los ciclos económicos, garantizando así la sostenibilidad a largo plazo de los servicios públicos fundamentales". En la práctica esto significa que a la hora de calcular el saldo presupuestario (estructural) al que se le pondrá techo en la próxima ley orgánica habrá que descontar los ingresos y los gastos que no sean "estructurales" (es decir, los que sean resultado de circunstancias más o menos "anormales" que alejan a la economía de esa situación ideal, por ejemplo de una recesión). Pero su cálculo es muy problemático ya que la forma en que se haga será siempre discutible, nunca objetiva y, además, muy fácilmente manipulable. Por ejemplo, si dos gobiernos hacen exactamente lo mismo generando un déficit de la misma cuantía pero uno había anticipado lo que pensaba hacer con los ingresos y gastos cuando llegara una recesión y el otro no hubiera adelantado nada sino que se hubiera limitado a hacer lo mismo una vez que se produjo la recesión, la consideración de su saldo debería ser distinta. En el segundo caso se consideraría que el déficit es estructural (porque sería teóricamente resultado de la recesión) y en el primero no. Pero lo que realmente han conseguido de esta manera los líderes de ambos partidos, es decir, haciendo creer que asumen rígidos criterios de austeridad cuando en realidad no los van a ser, ha sido comportarse como verdaderos trileros .

Si la Constitución no es otra cosa que la voluntad del poder constituyente, la respuesta a esta pregunta, desde el constitucionalismo democrático, no puede ser otra: sólo el pueblo puede modificar legítimamente su Constitución. Lo contrario es negar la naturaleza de la legitimidad del sistema democrático en el que creemos vivir, los españolitos de digerir tan amargo bolo intestinal sin conocimiento previo, sin siquiera referéndum, sin debate y en legislatura ya muerta y con elecciones en dos meses y medio. Pues la respuesta, amigo, la encontramos en el viento a lo Bob Dylan.




José María Domínguez

lunes, 22 de agosto de 2011

SALVADOR ALLENDE SIGUE VIVO


os estudiantes, padres de familia y maestros chilenos hoy en lucha muestran un programa de reivindicaciones claras y precisas, que es la suma de años de movilizaciones, de asambleas, de paros, de actos, de foros y de estudios. Hoy en chile se pelea por una educación popular y digna, no enfocada en los de arriba sino construida desde abajo, por estudiantes, maestros, personal no docente; en chile se pelea en la calle y en las aulas por una educación al servicio de los estudiantes pobres, de los hijos e hijas de obreros, empleados, técnicos, desempleados, ambulantes, etc y no al servicio de los empresarios y gobernantes. Mientras no aprendamos estas lecciones, las escasas voces disidentes en la UANL seguirán apelando a mejorar por fuera, en apariencia, una universidad hecha al modo de los de arriba, es decir, excluyente, corrupta, déspota, elitista, racista, etc. La construcción de una perspectiva de cambio en la universidad pasa por la organización de los estudiantes para la resolución de sus problemáticas concretas, es decir, pasa por la organización para luchar contra la corrupción y la educación de mercado de manera general, y de manera particular por las demandas y casos concretos en cada facultad o prepa, en cada carrera y en cada aula. Luchar para estudiar y estudiar para luchar.

Desde 1990 que los gobiernos de concertación arribaron al poder en Chile, movieron por mar y tierra los engranajes sociales para desmovilizar al pueblo, un pueblo que traia la experiencia de lucha tras las 22 jornadas de manifestaciones que condujeron al término de la dictadura de 17 años de Pinochet (1973-1990). Esta camarilla sirvientes del capital prohibieron manifestaciones en las principales calles de la ciudad, creando los manifestamos, invisibilizando de esta manera las protestas, invirtieron grandes recursos en la represión policial, cooptaron lideres sindicales, estudiantiles y barriales. Y es que la Dictadura no a quedado atrás. El actual presidente de la República de Chile introdujo en su gabinete a cuatro pinochetistas fundadores del partido de ultra derecha Unión Demócrata Independiente (UDI). Los fachos pinochetistas son: Longueira (ministro de Economía), Andrés Chadwick (primo de Piñera, ministro secretario general de Gobierno y vocero del gobierno), Joaquín Lavín (ministro de Planificación, ex secretario de Educación,ex candidato presidencial y Julio Dittborn, subsecretario (viceministro) de Hacienda. El otro Chile está en las calles, y ahí es otra la sensación, en las calles se vive el colectivismo, el bien común. Y es que la brutalidad policiaca no es no sólo contra los estudiantes que se manifiestan, no solo, si no también contra transeúntes, en el Metro, paradas de autobús, gente ajena al estudiantado, trabajadores que van o vienen al lugar de labores o descanso; ancianas, niñ@s son los que reciben gases lacrimógenos altamente tóxicos y salpicaduras de agua contaminada, garrotazos por parte de los Carabineros, la policía militarizada de Chile. Muchos chilenos y no opinan que ha llegado el momento de reemplazar la constitución de Pinochet redactada en 1980. Transformar la educación requiere del financiamiento del Estado. Algunas otras propuestas y opiniones que se vierten tras las movilizaciones son la de aumentar en gran medida el 17% de impuesto que pagan las empresas, así como renacionalizar el cobre.

La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) Camila Vallejo se convierte en el símbolo del nuevo vanguardismo político en Chile y por qué no en la región. La movilización estudiantil que lleva más de tres meses prosigue y el Gobierno continúa contrayendo el debate y las negociaciones. Como en los mejores tiempos de la dictadura amenaza con más represión enviando mensajes de colocar soldados en la calle si las movilizaciones continúan.

Dentro de este movimiento, hay una fuerte aspiración democratizadora: en Chile la gente cree que es necesario reformular y profundizar nuestra democracia, porque hay muchas barreras institucionales que no nos permiten avanzar en reivindicaciones importantes para el pueblo chileno, que la salud no vaya por la vía de la privatización, cambiar el sistema electoral, dignificar al trabajador… El punto central es la recuperación del derecho a la educación pública y de calidad. Y eso se traduce, en primera instancia, en un cambio constitucional, en el cual el Estado, además de garante de la educación, sea responsable y proveedor de la misma, porque la Constitución que nos heredó la dictadura de Pinochet puso esa responsabilidad en las familias chilenas, y nosotros consideramos que se trata de un derecho fundamental que el Estado debe garantizar.” (Camila Vallejo).

Esta claro el espitu de Salvador Allende, no ha muerto sigue vivo en las calles de Chile, por más que le pesen a los pinochetitas





José María Domínguez