La desafección
política de la sociedad española motivada por los sangrantes casos de
corrupción del PP (cuyo paradigma sería la sentencia del Caso Gürtel), generó
un tsunami popular de denuncia del actual déficit democrático, social y de
valores originando un “caos constructivo” que facilitó la presentación de una
moción de censura por parte de Pedro Sánchez, quien tras lograr el apoyo del
resto de partidos de la oposición consiguió finiquitar el Gobierno de Rajoy y
abrir un horizonte limitado en el tiempo para intentar implementar una nueva
cartografía socio-política del Estado español. A pesar de los esfuerzos de
Pedro Sánchez, el inicio del Macro-Juicio político contra los líderes del
procés encarcelados habría provocado el maximalismo de los grupos catalanes al
exigir como condición “sine qua non” para aprobar los Presupuestos de Sánchez
en el Congreso la celebración de un referéndum sobre la autodeterminación de
Catalunya, lo que habría dinamitado los puentes de contacto, provocado la
retirada de los nuevos Presupuestos y el adelanto de las Elecciones Generales
para el 28 de Abril.
Unas de las primeras preguntas que nos debemos hacer como
ciudadanos es por qué ha convocado elecciones el PSOE, con solo 8 meses de
gestión, al no aprobarse los Presupuestos Generales cuando no es obligatorio
hacerlo. Desde la aprobación de la Constitución en 1978 no se han aprobado los
presupuestos anules 6 veces (en 1978, 1982, 1995, 2011, 2016 y 2017) y no
siempre ha llevado a convocar elecciones. Según el artículo 134.4 de la
Constitución Española “Si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del
primer día del ejercicio económico correspondiente, se considerarán
automáticamente prorrogados los Presupuestos del ejercicio anterior hasta la
aprobación de los nuevos”. Estos días las redes sociales arden por la
convocatoria de elecciones generales anticipadas el próximo 28 de abril. He
leído diferentes análisis. Desde que las elecciones se convocan por una alianza
táctica entre la derecha y ultraderecha española con los independentistas
catalanes al no aprobar ninguno de estos bloques los Presupuestos Generales del
2019 presentados por Pedro Sánchez y apoyados por Unidos Podemos, a que si el
novedoso trifásico (PP, CIUDADANOS y VOX)
han atacado al PSOE para no aprobar los “mejores” presupuestos de la
historia, uno presupuestos del “Estado del Bienestar”. En definitiva, una suma
de afirmaciones que posicionan las piezas del ajedrez, desde culpabilizar al
independentismo catalán de adelantarse las elecciones a situar al PSOE como un
partido progresista, cuando hace unos años una gran parte de la opinión pública
salió a las calles calificándolo de ser parte de la casta y un peón más de los
recortes del pre-caduco Régimen del 78. Pero, ¿Qué hay detrás de todo esto y
que poco habla de ello la opinión pública en sus redes sociales, ya enfocadas
en la pre-campaña electoral? hemos visto como el cerrilismo interesado de la
derecha junto con el afán independentista catalán han tumbado unos Presupuestos
Generales más que aceptables en lo social y en lo equitativo, cercenando al
tiempo toda posibilidad de continuidad del PSOE en el Gobierno. No olvidemos
que ha sido el PSOE quien desde el Gobierno ha puesto en marcha un plan de
diálogo con la Cataluña independentista, un plan que de gobernar la derecha no
se volverá a ver en muchos años. Un plan y una negociaciones que son, sin ninguna
duda, la única forma de reducir a mínimos las ansias independentistas, no de
sus partidarios más radicales, pero si del pueblo catalán en su conjunto, que
en definitiva es quién decide.
La izquierda ha de
plantar cara a lo que viene, y lo que viene es una mayoría absoluta de la
derecha sustentada por el apoyo de la extrema derecha, de ser así veremos como
las exigencias de los catalanes quedan en nada comparadas con las que Vox
pondrá encima de la mesa para la investidura de un nuevo Gobierno primero y
para la gobernabilidad después.
En estas próximas elecciones generales los votantes de
la izquierda han de movilizarse al máximo desde ya. Bastaría con que cada
votante de izquierda convenciera a un indeciso para que una coalición de
izquierdas gobernase España. Se hizo en abril de 1936 y se debe reeditar en
2019, pues vital para un gobierno de progreso en la “Piel de Toro”