lunes, 9 de enero de 2012

Los sobrecostes


Los sobrecostes de los grandes proyectos más importantes ya suman más que los 1.057 millones previstos, que implican recorte salarial a los funcionarios y una mayor presión fiscal, sobre todo en impuestos directos, para los ciudadanos. El buque insignia del despilfarro es precisamente el ejemplo que puso Ciscar: la Ciudad de las Artes, que ya ronda los 700 millones en sobrecostes. Si se le suman los sobrecostes de la Ciudad de la Luz (240) y los de Terra Mítica (107), ya se supera el tijeretazo.
La Ciudad de las Artes y de las Ciencias tenía un presupuesto inicial de 331 millones. A finales de 2009 ya contaba con un desfase de 600 millones de euros, es decir, casi un sobre coste del 200%, según la propia Sindicatura de Comptes. Pero lo más grave es que no se ha pagado. A 31 de diciembre de 2010, según la ejecución del presupuesto, la empresa que la gestiona, CACSA, debía 494 millones de euros a largo plazo y otros 245 a corto plazo, es decir, 739 en total.
Casi todos los proyectos han ido disparando sus costes finales. Si L’Hemisfèric, el más barato de los elementos, se proyectó por 18 millones, costó al final 30. Si el Museo de las Ciencias iba a costar 62 millones, se acabó gastando 142. Si L’Umbracle se ajustó a 14 millones, los valencianos pagaron al final 33.
L’Oceanogràfic fue quizá el hito que reventó más su presupuesto, al pasar de 39 millones a 172. Y el Palau de les Arts se comió la mayor cantidad de dinero: se estimó en 109 millones y costó 382,5, aunque sigue pendiente la liquidación de las obras.
Pero lo peor es que año tras año, los desfases van siendo mayores a medida que la Sindicatura de Comptes tiene más datos. Así, en el informe de la institución entregado el pasado 23 de diciembre por el Síndic, Rafael Vicente Queralt, a las Cortes Valencianas, se desvelaba que el Ágora, un edificio azul y blanco que no tiene una utilidad definida, supera los 39,9 millones de sobrecoste. Se adjudicó por 41,3 millones y la dirección de obra se encargó al arquitecto de todo el complejo, Santiago Calatrava, por otros 4,9. Las cantidades finales han pasado a ser 76,9 y 9,2 millones, respectivamente. Y eso que todavía no se ha acabado y los últimos desperfectos costarán otros 3,2 millones.
José María Domínguez