domingo, 22 de julio de 2018

CASADO O LA ROPA USADA VIEJA



La llegada de Casado a la cúpula del PP tiene que contemplarse como una prueba del miedo generado en la Marca España por el reto del soberanismo democrático. Ha sido la expectativa de desestabilización del statu quo provocado por el auge del procés y el estrepitoso fracaso de las políticas de represión, policiales y jurídicas, lo que ha armado el botón del pánico para esta renovación del pasado. Solo hay que ver la rara unanimidad de muchos medios de comunicación a favor del pretendiente, inoculando una percepción de la realidad a su favor que anulara la primitiva decisión de la afiliación popular por el continuismo marianista en la persona de la ex vicepresidenta del gobierno. Es posible que el trabucazo político e ideológico que ya ha avanzado Casado consiga detraer para Génova 13 efectivos de Ciudadanos y de Vox, sus sangrías más evidentes en los últimos años, dando una impresión de reagrupamiento. Otra cosa es que esas nuevas señas de identidad resulten atractivas a un electorado moderno poco dado a comprometerse con ideales que exhiben la fragancia a ropa vieja usada del tardofranquismo. También existe el país movilizado del 15-M, del 8-M, de los jóvenes del Erasmus, del activismo ciudadano contra los gobiernos que perpetraron los ajustes y recortes que han provocado la actual precariedad vital mientras la corrupción institucional campaba a sus anchas. Dos legitimidades, una anclada en el pasado, “la España de las banderas”, y la otra mirando al futuro por elevación, sin consenso posible. Porque ni geometría asimétrica ni dichos rimbombantes: el centro siempre depende de donde se sitúen los extremos. La elección de Casado implicará una redistribución de espacios, habida cuenta de que la primera fuerza de la oposición se ha movido hacia atrás y a la derecha. Temas como las autonomías, la seguridad ciudadana, la educación concertada, el feminismo, los derechos de la familia, la eutanasia, el aborto, la confesionalidad, la política penitenciaria, la memoria histórica y los guiños a la policía y a la monarquía militarán a partir de ahora en el misal  de sus ancestros.
Tal como nos han dejado el País, donde nuestros mayores se ven afectados. El número de ciudadanos españoles mayores de 65 años que viven en riesgo de pobreza creció en dos años un 17,4 por ciento, pasando de los 928.530 que se registraban en 2014 a los 1.090.774 contabilizados dos años después. Tengo qué  señalar que el umbral sobre riesgo de pobreza estaba situado en 2016 en 8000 euros anuales para los hogares con un sólo miembro, en 12300 para los hogares con dos adultos;  en 15000 si eran dos adultos y un menor; y de 17.200 en el caso de dos adultos y dos menores. Estos datos, según señala la misma información del gobierno, varían de un año a otro ya que se  componen de los ingresos del trabajo por cuenta ajena, beneficios/pérdidas del trabajo por cuenta propia, prestaciones sociales, rentas procedentes de esquemas privados de pensiones no relacionadas con el trabajo, rentas del capital y de la propiedad, transferencias entre otros hogares o ingresos percibidos por menores. El anterior gobierno del PP utilizo la técnica del “embudo” la parte estrecha para el pueblo y demás que no éramos afines a sus ideas. La ancha para todos ellos y sus afines.
Un PP en franca decadencia ha elegido a su nuevo líder para intentar competir con Cs –el recambio preparado por el Capital Conservador,  por el espacio electoral de la reacción monárquica, autoritaria, ultra españolista y neoliberal. Casado, avalado por Aznar y Esperanza Aguirre, quien ha esgrimido un discurso más derechista que el del propio Rajoy. Parafraseando un eslogan del ultraderechista Frente Nacional francés ha dicho que el PP es “el partido de la España que madruga“, que se dirige a la “clase media“: “Somos la España de los autónomos que levantan la persiana y saben que están sacando adelante a sus familias y el país, el partido de los pensionistas ( Qué cara más dura después de años subiendo las pensiones solo el 0,25%) que quieren unas pensiones dignas, de los jóvenes que madrugan para ir a clase, que quieren otra ley de educación”. Ha subrayado que el PP es el abanderado de la honestidad y de la lucha contra la corrupción. Que mire al gobierno de su maestro y luego hable de la lucha contra la corrupción. Este jovenzuelo piensa que los españolitos de a pie no tenemos memoria y no sabemos que el representa a la ROPA VIEJA YA USADA


lunes, 16 de julio de 2018

NO BASTA CON SACAR AL GOBIERNO DEL PP





La “moción de censura” llevada a cabo por el PSOE ha salido adelante y ha supuesto la caída del Gobierno del PP. Pedro Sanchezha formado gobierno con el apoyo “critico” de las demás fuerzas del arco Parlamentario en contra de la derecha españolista (PP y C’s). Ni 5 minutos ha esperado esta derecha españolita en sacar los tiburones, primero diciendo que el gobierno del PSOE es ilegal porque no sale de las urnas. Las máscaras caen de esta derecha, entre otras cosas porque cuando les interesas “barren” hacia casa. Cuando quieren se olvidan de la Constitución y de que estamos en una democracia parlamentaria y en dicha democracia hay formas de conseguir el gobierno, una por las urnas; pero hoy como les ha cabreado no piensan en la otra – que es tan legítima como legal: en una democracia parlamentaria se puede conseguir el gobierno mediante una “moción de censura constructiva” y esto es lo que ha realizado el Partido actualmente en el Gobierno.

Pero el PSOE tan solo ha conseguido el gobierno, un gobierno en minoría (con sólo 85 diputados). Lo que significa que puede gobernar de una manera plural – mediante alianzas y/o consensos- o bien mediante decretos leyes. Para la izquierda es importante la primera forma, mientras que la segunda solo sería posible si fuera estrictamente necesaria para conseguir políticas sociales.

Pero esto no es todo. Si se quiere gobernar para el pueblo es preciso acabar con determinadas políticas implementadas por el PP y C’s, además de abandonar determinadas políticas. Y de estas últimas nos viene a la cabeza el famoso 155 aplicado en Cataluña. Pues, aunque ya sabemos que la derecha pretendía un 155 más duro y amplio, al final sólo se planteó para convocar unas elecciones. El error de todos los partidos “constitucionalistas” fue el estar convencidos de que las elecciones iban a dar otro resultado muy distinto. La realidad es que dichas elecciones lo único que consiguieron fue el despertar de nuevo al monstruo del “españolismo mas rancio” con el apoyo de fuerzas fascistas. Ante esto por un lado el C’s pidiendo la extensión indefinida de su aplicación (lo que nos hubiera llevado a un estado de excepción en Cataluña) y por otro el papel de Rajoy convertido en una estatua nos estaba llevando a un callejón sin salida. Lo que estaba ocurriendo en Cataluña estaba perjudicando nuestro sistema democrático. Por esto mismo no había otra salida que volver a la política. Los independistas lo entendieron (bajo la espada judicial) y el 155 ya no tenía sentido. Pero había que volver a la política, cosa que la derecha españolista no acepta ni aceptará de momento. Por eso entre otras cosas la salida de la “moción de censura”.

Pero una vez vuelto a la política, al diálogo hay que centrarse en determinadas reformas, si, para Cataluña. Única forma de que en Cataluña se vuelva a discutir sobre los problemas sociales, sobre la Sanidad o la Educación…..

Pero existe otro tipo de políticas que todavía sufre el pueblo. Por poner un ejemplo, el gobierno de Pedro Sanchezno ha llegado a tiempo para retirar el recurso al Constitucional por parte del gobierno del PP a la Ley de Vivienda de la Comunidad Valencia. Una de las primeras leyes con contenido social del Gobierno del Botánico, y que acaba de ser declarada inconstitucional por el TC. Todavía existen varios recursos, sobre todo el recurso con la Ley de Pobreza Energética.
Existen leyes de claro corte autoritario como la Ley Mordaza; ley que el PP, aprovechándose de los atentados terroristas de los yhijadistas, llevó y aprobó en las Cortes. Pero dicha ley en la práctica sólo ha servido para atacar al movimiento obrero y cercenar derechos. Criminalizando a los piquetes de huelga y por tanto atacando al derecho de huelga, ambos reconocidos por nuestra Constitución. Es decir, el PP ha ido jurídicamente contra el movimiento obrero. No nos engañemos en la única liberta en la que cree la derecha es en la que cree el neoliberalismo: la libertad de los ricos. De ahí su defensa a ultranza de los mismos. De ahí el fetiche de la austeridad y del déficit. Y siguiendo las políticas de la troika y de la UE lo único que hacen es “apretar turcas” en el cuello de la clase obrera y de sus aliados.

Liquidar la bolsa de las pensiones, junto al debilitamiento salaria de los pensionistas ha supuesto agrandar la bolsa de la pobreza. Y no digamos de los derechos de los trabajadores con las dos reformas laborales, principalmente la última. La derecha ayudada por el social- liberalismo ha empobrecido a las clases populares. Gobernar va a ser difícil y sólo será posible con el consenso de las fuerzas parlamentaria, pero políticas de izquierdas y socialistas – que permitan a las clases populares avanzar, sólo será posible mediante la movilización popular. De ahí que aplaudamos el ejemplo de los pensionistas, de los estudiantes o de los precarios en su lucha por “reconquistar” derecho y/o conseguir nuevos derechos.

Javier Méndez-Vigo
A publicar en lataberna eu


domingo, 8 de julio de 2018

LA PERSONA Y EL COMUNISMO


La persona en singular  que somos, porque no hay ninguna otra combinación biográfica exactamente igual, transita un mundo compartido. Tenemos la opción de mantener silencio respecto de todo cuanto hemos vivido, de todo lo que pensamos, de todo lo que deseamos e imaginamos. De hecho, lo hacemos en el diálogo interno que acompaña cada momento el andar humano, cierto pero inaudible para las demás personas. Y también tenemos la opción de tomar la palabra y con ella expresar lo mejor que podamos nuestra historia, convicciones y deseos, en confianza o de manera pública. A veces, las más, se pasa de la intimidad estricta a una gradual publicidad de lo que sentimos, pensamos y defendemos. Esos círculos concéntricos van ampliándonos y en sus bordes nos encontramos con frecuencia asombrad@s de cuánto hemos recorrido desde el centro más privado a ese afuera compartido. Hechos y decires delinean el camino recorrido de encuentros y desencuentros con nosotr@s y con l@s otr@s que se identifican o se diferencian con nuestros procesos.
Hoy podemos considerar a la clase trabajadora como una realidad objetiva que se define por el lugar que ocupa en las relaciones sociales de producción. Así, suele decirse que son clase trabajadora todos los asalariados, los que no tienen más posibilidad que vender su fuerza de trabajo a un tercero o los que carecen de medios de producción propios. No obstante, esto está lejos de ser claro, ya que las relaciones sociales de producción también incluyen aspectos como el control y la supervisión del trabajo, y es obvio que no todos los trabajadores ocupan el mismo rol en esas relaciones. Hay trabajadores de cuello azul, de cuello blanco, supervisores, directivos y profesionales, cualificados y no cualificados…todos los cuales tienen unas remuneraciones, modos de vida y actitudes sociales y políticas de gran heterogeneidad. En todo caso, con esta fórmula somos capaces de ubicar a las personas en la categoría de clase trabajadora sin necesidad de preguntarles es ahí donde entra Marx.
Marx no fue el único que pensó en comunismo (El comunismo existía mucho antes de Marx y Engels, como ejemplo a esto podemos observar a Platón que creo una sociedad supuestamente perfecta, totalmente idealista), También en el manifiesto comunista versión 29 de julio de 2005 explica que: “La palabra comunismo proviene de común, y los primeros cristianos eran comunistas, tal como nos los presentan los hechos de los Apóstoles, pues todo lo tenían en común, y la palabra “comunión”, tiene el mismo origen etimológico que comunismo. Engels en el prólogo a la edición alemana de El Manifiesto Comunista de 1890, indica acerca del término comunismo: “En 1847, el “socialismo” designaba un movimiento burgués, el “comunismo” un movimiento obrero. El socialismo era, a lo menos en el continente, una doctrina presentable en los salones; el comunismo, todo lo contrario. Y como en nosotros era ya firme entonces la convicción, de que “la emancipación de los trabajadores sólo podía ser obra de la propia clase obrera”, no podíamos dudar en la elección de nombre. Más tarde, no se nos pasó nunca por la cabeza, el modificarlo.”. Él marxismo tuvo tres fuentes a) la filosofía alemana, b) la economía política inglesa y c) el socialismo francés. Hoy concebimos como el derecho laboral que se estipula que la ley general del trabajo reconoce el derecho de “asociación en sindicatos, que podrán ser patronales, gremiales, profesionales, mixtos o industriales de empresas para actual como tal el sindicato…” (LGT, art.99). Respecto a esto, Marx habló que poco a poco los obreros forman grupos o uniones de pequeños grupos, los cuales hacen resistencia de la explotación en las fábricas, y así se comienzan a reproducir en diferentes fabricar para dar nacimiento a lo que llamamos “Sindicatos”. Ahora lo más importante que habría que entender es que estos sindicatos no están solamente para ganar un mejor salario, o más prestaciones y que con eso ya triunfaron, sino que el verdadero triunfo es cuando los patrones hayan desaparecido. Marx hace una diferencia entre “propiedad individual” y “propiedad privada”. En el caso de la “propiedad individual” el bien inmueble constituye una posesión legítima que se compra con el fruto del trabajo, se la respeta y garantiza, esa propiedad individual forma parte de la libertad individual, de independencia. En la “propiedad privada” Marx habla exclusivamente de los medios de producción como característica del capitalismo, la propiedad privada de los medios de producción de la clase burguesa, la acumulación originaria de capital (punto de partida) fue cuando el productor directo (trabajadores) y los medios de producción se (separan), volvemos a la lucha de clases y a una revolución proletaria para que el obrero, el trabajador vuelvan a ser dueños de sus medios de trabajo,
La plusvalía consiste en el valor que el obrero que percibe un salario por su labor genera por encima del dinero que representa su esfuerzo laboral. Ese valor que podría definirse como trabajo no pagado al obrero, queda en poder del capitalista, quien ve en la plusvalía la base de la acumulación monetaria