jueves, 14 de agosto de 2014

CARIDAD Y/O JUSTICIA


                     
                             "Podemos avanzar la hipótesis de que el capitalismo ha acotado su naturaleza progresista en el sentido de que su reproducción pasa de ahora en adelante por una innvolución social generalizada" [Michel Husson (2014)]


Muchas veces cuando se realizan propuestas se confunden los términos, y algunos diríamos que se tergiversan, incluso los  "tiempos históricos". Por otra parte no se consigue ( o no se quiere abandonar) ciertas lógicas. Tal es lo que ocurre con la propuesta "estrella" de la nueva dirección del PSOE.
Un inciso: desde la mal denominada Transición el Reino de España ha tenido cerca de 52 [contra]reformas laborales. Y en todas ellas el movimiento obrero ha ido perdiendo derechos económicos y sociales por el camino. Desde la institucionalización de la  "trata de hombres" (las ETTs) hasta el despido libre. Y al final del camino la contrareforma constitucional del último gobierno de Zapatero (el art. 135 ) apoyada por el PP, por la que se aceptaban las tesis de la Troika y de la UE (el austericidio).

Propuesta del PSOE: " una renta económica para sobrevivir que pretende seguir incrementando los derechos de ciudadanía (es lo que se dice) a través de una alternativa creíble y sostenible desde el punto de vista económico. Dicha medida consistiría en un subsidio de 426€ mensuales más otros 100€ por cada hijo a su cargo". Hasta aquí la propuesta, pero además se añade que esto sería indefinido hasta que el paro bajara al 15%

Derecho a la Ciudadanía

Quizás una de las causas de este tipo de economías, sea que todavía estamos presos de un concepto de ciudadanía, que ya no se encuentra en los Estados desarrollados. Pues nuestras sociedades (las llamadas del Estado de bienestar) estaban delimitadas por el concepto de ciudadanía económico y social. El derecho provenía del hecho de trabajar y se confundía el "derecho de ciudadanía con el derecho al trabajo". Todo esto era producto del gran pacto keynesiano de postguerra. En dicho pacto las clases populares tenían una serie de derechos a cambio de que "no se cuestionara" el sistema económico.
Sin embargo Estados, comos los del Sur de Europa (Grecia, España y Portugal) iban a construir su "bienestar" con la rémora de que estaban saliendo de una larga noche de dictaduras férreas y fascistas. Algo que muchas veces olvidamos. En el Estado español un momento clave para entender lo dicho es la firma de los Pactos de la Moncloa. Unos Pactos que permiten la construcción de un Estado del bienestar débil y que se diferencia de lo que construyó la socialdemocracia alemana; entre otras cosas porque en nuestra Constitución no se reconoce ni la cogestión, ni las huelgas políticas, ni por último se aceptan que en una huelga puedan existir las cajas de resistencia. Pero además, como bien dice Matari Pierre Manigat: "Con los Pactos de la Moncloa no solo quedó constreñida la política económica, quedó inaugurada una forma de relaciones políticas en donde los objetivos fundamentales de la política económica son determinadas aguas arribas, esto al margen de las contiendas electorales".
Pero el concepto de ciudadanía económico y social tiene una puerta de salida: y es que cuando el Estado de Bienestar entra en crisis, dicho derecho tiende a ser debilitado o a desaparecer. Y es esto último es lo que está comenzando a ocurrir. Hay que tener en cuenta que al mismo tiempo en que el Reino de España construye su Estado de bienestar (1978), en Europa comienza a atisbarse un nuevo paradigma que ponía en solfa el pacto keynesiano. El neoliberalismo triunfaba en Inglaterra y en Estados Unidos. Un tipo de política económica que acabaría convirtiendo el derecho al trabajo en el deber a trabajar, con lo que se culpaliza al parado de su situación.
ya no son necesarios los sindicatos (el ataque a los mismos por M. Thatcher después de la "Huelga de los Mineros" es clave). Se utiliza una nueva "neolengua", mediante la cual se habla de "capital humano" en vez de fuerza de trabajo. Si el trabajador deviene capital humano este capital humano ha de ser libre e igual que el capital, y como este (en igualdad de condiciones) se ha de arriesgar en el mercado de trabajo. Ahora bien, este silogismo tiene una conclusión: la de que el parado es culpable de su situación, es un vago ya que no arriesga. De ahí que hayan de desaparecer cualquier tipo de subsidio para que dicho capital humano se arriesgue. Pero lo que esconde este tipo de política económica es que la igualdad y la libertad no existe. O por decirlo con otras palabras, que las relaciones son asimétricas. Que al mismo tiempo que se da una contractualidad interindividualidad (entre fuerza de trabajo y capital), se da una contractualidad central (Estado) que organiza y positiviza (el Derecho) una serie de leyes, que por lo general expresan relaciones de fuerza.
Hoy la contractualidad central es neoliberal, y ha supuesto el retroceso de derechos y casi la desaparición de la ciudadanía económica y social. Lo peor ha sido, además, que dicho tipo de  "neolenguaje" y de política hegemoniza la cultura política actual y barniza la mentalidad de una socialdemocracia que se se ha transformado en social-liberal.

¿Qué Hacer?

Frente a esta situación ¿qué hacer? ¡Defender derechos frente a los subsidios!. Conquistar nuevos derechos frente a la precariedad existente. Recuperar las propuestas de aquellos revolucionarios [T. Paine y Robespièrre] que frente a la propiedad defendían el derecho a la existencia.
Hoy día no se puede entender el derecho a la ciudadanía sin el principio de la egalibertad: "no existe la libertad sin la igualdad, ni la igualdad sin la libertad". Si llevamos lo dicho a nivel de sistema económico, podemos deducir otra tesis: "el problema no está en el plan o en el mercado sino de quien ejerce ejerce el control"
La Armonía y/o equilibrio no existe (tal como defiende la ideología dominante). La vida, la sociedad y el progreso supone conflicto. el problema radica en el hecho de que la famosa triada revolucionaria [Liberté-Egalité-Fraternité] se transforma con el Thermidor en Liberté-Egalité- Propiète. La propiedad "derecho sacrosanto" del liberalismo, además en la etapa neoliberal deviene en fetiche.
Frente a esto en nuestra sociedades se habla de ciudadanía (en abstracto), de derechos humanos como si fueran inalienables o eternos. Lenguaje que incluso domina en el discurso de cierto  izquierdismo.
Robespièrre lo tuvo mucho más claro que estos post-marxistas, cuando en un discurso nos dcía: "¿Cuál es el primer fin de la sociedad? Mantener los derechos imprescriptibles del hombre. ¿Cuál es el primero de estos derechos? El de existir. La primera ley social es, pues, la que asegura a todos los miembros de la sociedad los medios de existir; todas las demás se subordinan a esta...."
Los derechos son históricos y se han de conquistar. Es más ( lo que muchas veces olvidamos) los derechos son contradictorios, se pueden poner ejemplos que todos podemos tener en mente. Al final todo es cuestión de elección y de toma de decisiones, de relaciones sociales y, en última instancia, de relaciones de fuerza. Es lo que ha ocurrido durante todo el proceso en el que el neoliberalismo ha tomado el poder y llevado su hegemonía. Un proceso en el que la burguesía internacional ha conseguido el cambio de modelos productivos, el acabar con derechos sociales y económicos. Un neoliberalismo que ha cambiado las relaciones sociales y que ha precarizado el trabajo y precarizado la vida. Un neoliberalismo que ha llevado a terminar con el trabajo (tal y como lo hemos conocido hasta ahora). El neoliberalismo no necesita los derechos sociales, prefiere la nueva figura del precariado o trabajador pobre. El problema radica en que la izquierda y sobre todo la izquierda parlamentaria todavía cree en la vuelta  del  "paraíso keinesiano", de ahí que todavía propugnen la lógica productivista porque creen que alguna vez pueda volver. Aunque la propuesta de subsidio del PSOE  como el gobierno del PP reconozcan ya que el  "pleno empleo" se parará en el 20 o 15% de paro. La realidad está siendo muy distinta, pues gracias a la "devaluación salarial" y a los recortes si hay trabajo será precario y de baja calidad, sin derechos. M. Husson al final de su artículo entre otras cosas tiene razón cuando nos dice "que el retorno a un capitalismo regulado es imposible". Y más adelante continúa afirmando que "la única salida del capitalismo consiste en una huída hacia adelante, con vista a reproducir el modelo neoliberal"
Frente a esto hay que hablar de la libertad (real) que se encuentra fundamentada en las condiciones materiales. El derecho a la existencia es prioritario. Hay que recuperar la Fraternidad/ Solidaridad. Volver a la civitas. La civitas republicana acepta que la sociedad es conflictiva, que se da un tipo de relaciones sociales. La sociedad es un amplio espacio asimétrico donde se produce una dialéctica entre la Libertad, la Igualdad y la Solidaridad.
En que consiste la Libertad, la libertad no se puede entender más que como no- dominación. Es decir ha de haber "independencia material". Desde el republicanismo  "alguien es libre si no depende de nadie para vivir, si tiene una existencia social autónoma garantizada...." Nadie puede ser ciudadano libre, activo, si tiene que pedir permiso para vivir, para sobrevivir cotidianamente. Si lo tiene que hacer se convierte en un marginado y va camino de la exclusión social.
El subsidio (que no renta) propuesto por la dirección del PSOE no cumple con las tesis del republicanismo, ni implementa la libertad (real). En última instancia, al igual que otros subsidios cae en do tipo de trampas: la trampa del paro y la trampa de la pobreza. Para no caer en este tipo de trampas es necesario tener las condiciones materiales de existencia cubiertas. Pero para llegar a aquí hay que salir de la lógica del capital y de su productividad que se basan derechos muy distintos a los que se defienden desde la perspectiva de la Fraternidad

Javier Méndez-Vigo

Bibliografía
Etienne Balibar, La proposition de l'Égaliberté. PUF, París 2010
Michel Husson, La teoría de las ondas largas y la crisis del capitalismo contemporáneo. Viento Sur nº 138. Madrid 2014
Matari Pierre Marigat, De la industralización a la financiarización: auge y crisis del capitalismo en España (1959- 2012). Mundo siglo XXI, Nª 29, Vol. VIII, 2013, pg., 63-82
Javier Méndez- Vigo Hernández. Renta básica y trabajo. Palibrio. 2013























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domingo, 3 de agosto de 2014

LATINO AMERICA

LATINO AMERICA
Sociedades como la mexicana, la colombiana y pueblos enteros del istmo centroamericano se han convertido en campos de la muerte. Sólo en México se han registrado más de 200 mil víctimas de la violencia no política, en un corredor que arranca en Honduras y continúa al otro lado de la frontera de Estados Unidos. Obama está invirtiendo ese corredor con la expulsión de decenas de miles de niños y adolescentes centroamericanos. Las profundas raíces de este tipo de violencia social, no asociada a revoluciones, golpes militares y guerra, formó subculturas y sedimentos conducta sociales en varios países, tan intensos y estables, que alimentan una cinematografía, un periodismo y un cancionero popular basados en la delincuencia. Expresiones como el bolero, la salsa y el tango fueron superados como relatos de culturas urbanas emergentes, de la misma manera que acontecimientos políticos y la ilusión amorosa ya no son las principales fuentes inspiradoras del cine, la televisión, el periodismo y el cancionero urbano. Series televisadas norteamericanas como ID, Escena del crimen, FX, o argentinas, como Calles violentas y muchas otras en otros paísis, retratan una marcada tendencia a la barbarie civilizatoria del capitalismo del siglo XXI. Esa es una novedad cultural, reflejo de una decadencia civilizatoria en los marcos del sistema del capital. Las generaciones moldeadas por la televisión abierta o por el cable se acostumbraron al espanto humano de noticieros basados en el saldo de muerte y heridos arrojados por el raid delictivo del día. Como si la comlleja sociedad humana, sea local, o a esacala internaciolnal, no produjera otros sucesos que merezcan ser noticia o información perentoria. De hecho, durante las últimas décadas, las guerras, las revoluciones y otros acontecimientos políticos fueron desplazados de la imagen y el relato del cine, la radio y de la televisión. Si no ha logrado instalarse en la literatura, salvo en algunas novelas, es por la baja densidad reproductiva que tiene el mundo editorial como segmento del capital.
Esta trama de operaciones de reproducción del capital contemporáneo explica varios fenómenos de la delincuencia urbana, como el crecimiento del femicidio y las violaciones, que según el Barómetro de las Américas, se duplicaron en los últimos diez años. De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para el Desarrollo, Undoc, citada en el informe estadístico usado para este trabajo, la tasa de violaciones escaló al 16,4% sobre cada 100 mil habitantes, lo que representa unas 87.589 mujeres abusadas, violadas con tendencia creciente al asesinato. La misma fuente alerta sobre lo que sabe cualquier vecino: “Es de señalar que habría tasas notablemente más altas de violación...” Sólo algunas guerras, como la de Serbia contra Sarajevo, muestran resultados similares. En algunos países, la delincuencia se ha vuelto un recurso privilegiado de la política. Donde hay gobiernos de izquierda o de los llamados progresistas, la oposición más derechista se calla la boca cuando la tasa de delincuencia es baja, como ocurre con Bolivia y Ecuador. Cuba, con la más baja tasa de crímenes en la región, sólo seguida por Chile, no ha recibido ninguna felicitación por ese récord. También hacen lo contrario: convierten en escándalo diario de sus noticieros cuando la tasa de homicidios tiende a crecer, como en los casos de Argentina y Uruguay, o es alta, como en Brasil y Venezuela. En estos últimos casos usa su prensa para crear estados de sensación de miedo y paranoia que superan la realidad. La televisión comercial de Argentina se destaca por el uso del delito como arma de oposición política y de creación de niveles de teleaudiencia que garanticen una alta facturación. En ese punto compite con el sistema televisivo de México. Es cierto que a los gobiernos les cuesta reconocer este drama, o peor, lo ocultan irresponsablemente, suponiendo que la sociedad puede convivir con la muerte, con la misma capacidad que soporta la inflación o el caos del tránsito en las ciudades. La muerte es un límite, la delincuencia es uno de sus principales vectores en el continente . Para que esto cambie hay una solución y lo esta poniendo en practica Evo Morales y su gobierno, que ha conseguido erradicar el anafabetismo en su país.
José María Domínguez