domingo, 22 de julio de 2012

Medidas


Se persigue un determinado modelo de sociedad. Concretamente un modelo de sociedad donde el orden social se recompone a partir de un empobrecimiento de la mayoría de la población y en beneficio de determinadas minorías (grandes fortunas) vinculadas a la propiedad del capital financiero (bancos) y el gran capital productivo (grandes empresas). Es decir, estamos asistiendo a una recomposición de las clases sociales en nuestro país.
El gobierno reconoció que el dinero destinado a los intereses bancarios es el gasto más relevante del Estado, incluso por encima de los costes de personal. O dicho de otra forma, los bancos se llevan en su usura tanto como todos los funcionarios del estado juntos, con la diferencia de que estos funcionarios van todos los días a trabajar y los bancos no deben hacer nada para recibir ese dinero. Cuando alguien nos recuerde el estereotipo del funcionario que se escaquea quince minutos para el cafelito a costa del presupuesto público, le debemos recordar que los bancos se llevan el mismo dinero o más que todos los funcionarios (médicos, maestros, policías, bomberos, políticos, administrativos...) pero tomando cafelito de forma constante porque nunca deben trabajar para el estado para recibir el sueldo. Muchos indignados gritan “el próximo parado que sea un diputado”, pero si fuera un banquero sería mucho más rentable.
La cifra de los intereses bancarios viene a ser unos mil euros que cada español adulto deberá pagar el año que viene a los bancos, y no en concepto de capital, sino sólo en interés.
Puesto que, según los datos del gobierno, el gasto de los ministerios se reducirá un 12,2% el próximo año hasta los 31.057 millones de euros, todo ese ahorro se lo comerán los bancos con sus intereses. El gobierno también precisó que el desequilibrio presupuestario es de 40.778 millones, es decir, una cantidad muy cercana a los 39.000 millones que deberemos darle a los bancos. De modo que ya estaremos gastando tanto como ingresamos sino fuera por los intereses bancarios. Así el año que viene deberemos volver a pedir prestado para pagar los intereses y la rueda de la transferencia de nuestro dinero a los cuentas de resultados de la banca privada seguirá funcionando.
En conclusión, que la única crisis que existe es que los bancos se están llevando nuestro dinero.

José María Domínguez