viernes, 2 de junio de 2017

LA NOCIÖN DE IZQUIERDAS

La noción de izquierda se aproxima a la de progreso. Desde ese punto de vista bastante genérico, caben programas que en principio no son conflictivos teórica y políticamente, pero que estarían unidos –y efectivamente se unieron en ciertas ocasiones en la historia– por algún proyecto común contra determinado orden vigente. En el Chile de Allende, por ejemplo, el enemigo de Pinochet fue “la izquierda unida de socialistas, comunistas y otros progresistas –lo que la tradición europea (y también la chilena) conocía como ‘frente popular’. De esa manera, quedó legitimada la unificación política entre clases irreconciliablemente antagónicas. Los frentes populares son por excelencia los grandes ejemplos históricos de unidad de la izquierda con un proyecto de poder en común, en el cual se unen direcciones de fracciones de la clase trabajadora y de la burguesía
En ese tiempo el socialismo (antisocialista) cayó en Italia (su lugar fue ocupado por el PCI reconvertido) y Grecia (aquí este papel lo acabó ocupando Txipras)…En España, Francia (Hamon), Gran Bretaña (Corbyn) estos partidos se instalaron en la crisis. La militancia recobra la capacidad perdida y  opta  por líderes más a la izquierda. En Gran Bretaña la izquierda laborista, en Francia esta iniciativa estaba ya gastada por Jospin y en España aparece Pedro Sánchez es lo suficientemente lúcido parta saber que su única opción está fuera del aparato central. La batalla de Inglaterra es una cita decisiva,  en Francia no parece que se vaya a repetir el singular ciclo de caída-recuperación que se ha dado desde la Gran Guerra. En España la pregunta básica no es tanto que hará Pedro Sánchez, sino hacía donde oscilarán esas bases que han recuperado el pulso. No parece que exista margen para nuevas maniobras, como la que lideró el Rodríguez Zapatero de “No os fallaré”. La pendiente social y económica camina cada vez más contra el pueblo llano, contra la gente que recuerda el PSOE del abuelo. De un parte está esta base cuyas características son muy diversas, pero que se encuentra especialmente motivada. De otra la  parte del aparato que representa el propio Pedro, alguien que ha hecho una experiencia radical en el último tramo de su biografía. A partir de aquí no resulta para nada sencillo situar la rebelión que ha llevado a Pedro Sánchez a ganar a una jerarquía tan sólidamente establecida como la creada por Felipe-Guerra en el PSOE. Desde que puso los pies en el gobierno, este partido se había convertido en una maquinaria para neutralizar la militancia que creía en las reformas, en las mejoras graduales a favor de la mayoría trabajadora o sea, en lo que había sido el PSOE histórico y lo que prometía ser el que salió de Suresnes dejando de lado a los “profesionales del exilio” con Rodolfo Llopis. Es tiempo de cambios, es hora que los socialistas sean de verdad socialistas, no social-liberales como venía siendo hasta ahora, e hora de la esperanza y de la lucha de clases
A lo largo de la historia uno era lo que había sido su padre, la familia prácticamente siempre ha venido marcando las oportunidades de las que el individuo va a disponer en su vida. Como dato curioso, en España durante la Alta Edad Media había determinadas situaciones en las que los hijos heredaban las condenas o responsabilidades de sus padres, en relación con delitos graves como el de traición. De tal forma que el castigo no solo se aplicaba al padre sino también al hijo. Volviendo al ámbito de desarrollo, en las sociedades estamentales los hijos heredaban la posición de sus padres y con la llegada del capitalismo, aunque en menor medida, en parte esto ha seguido siendo así. O más bien seguía siendo así hasta que en las sociedades occidentales,  el capitalismo se decidió dar muerte al mundo del trabajo. ¿Para qué producir aquí cuando hay países sin ningún tipo de legislación laboral donde pagar a los trabajadores sueldos muchos más bajos? La jugada es maestra no lo voy a negar. La clase obrera ha desaparecido del relato colectivo, ante todo esto nos hace falta una izquierda coherente en la calle y en el parlamento y un partido socialista de acorde a lo que piensa el pueblo. Luchando codo con codo con sus afines aunque tengan diferentes siglas, la lucha de clases no ha muerto está más viva que nunca, aunque el capital nos quiera convencer de lo contrario. Esto es una noción de izquierdas.

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