domingo, 17 de febrero de 2019

ABRIL ES EL MAÑANA

La desafección política de la sociedad española motivada por los sangrantes casos de corrupción del PP (cuyo paradigma sería la sentencia del Caso Gürtel), generó un tsunami popular de denuncia del actual déficit democrático, social y de valores originando un “caos constructivo” que facilitó la presentación de una moción de censura por parte de Pedro Sánchez, quien tras lograr el apoyo del resto de partidos de la oposición consiguió finiquitar el Gobierno de Rajoy y abrir un horizonte limitado en el tiempo para intentar implementar una nueva cartografía socio-política del Estado español. A pesar de los esfuerzos de Pedro Sánchez, el inicio del Macro-Juicio político contra los líderes del procés encarcelados habría provocado el maximalismo de los grupos catalanes al exigir como condición “sine qua non” para aprobar los Presupuestos de Sánchez en el Congreso la celebración de un referéndum sobre la autodeterminación de Catalunya, lo que habría dinamitado los puentes de contacto, provocado la retirada de los nuevos Presupuestos y el adelanto de las Elecciones Generales para el 28 de Abril.
Unas de las primeras  preguntas que nos debemos hacer como ciudadanos es por qué ha convocado elecciones el PSOE, con solo 8 meses de gestión, al no aprobarse los Presupuestos Generales cuando no es obligatorio hacerlo. Desde la aprobación de la Constitución en 1978 no se han aprobado los presupuestos anules 6 veces (en 1978, 1982, 1995, 2011, 2016 y 2017) y no siempre ha llevado a convocar elecciones. Según el artículo 134.4 de la Constitución Española “Si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del primer día del ejercicio económico correspondiente, se considerarán automáticamente prorrogados los Presupuestos del ejercicio anterior hasta la aprobación de los nuevos”. Estos días las redes sociales arden por la convocatoria de elecciones generales anticipadas el próximo 28 de abril. He leído diferentes análisis. Desde que las elecciones se convocan por una alianza táctica entre la derecha y ultraderecha española con los independentistas catalanes al no aprobar ninguno de estos bloques los Presupuestos Generales del 2019 presentados por Pedro Sánchez y apoyados por Unidos Podemos, a que si el novedoso trifásico (PP, CIUDADANOS y VOX)  han atacado al PSOE para no aprobar los “mejores” presupuestos de la historia, uno presupuestos del “Estado del Bienestar”. En definitiva, una suma de afirmaciones que posicionan las piezas del ajedrez, desde culpabilizar al independentismo catalán de adelantarse las elecciones a situar al PSOE como un partido progresista, cuando hace unos años una gran parte de la opinión pública salió a las calles calificándolo de ser parte de la casta y un peón más de los recortes del pre-caduco Régimen del 78. Pero, ¿Qué hay detrás de todo esto y que poco habla de ello la opinión pública en sus redes sociales, ya enfocadas en la pre-campaña electoral? hemos visto como el cerrilismo interesado de la derecha junto con el afán independentista catalán han tumbado unos Presupuestos Generales más que aceptables en lo social y en lo equitativo, cercenando al tiempo toda posibilidad de continuidad del PSOE en el Gobierno. No olvidemos que ha sido el PSOE quien desde el Gobierno ha puesto en marcha un plan de diálogo con la Cataluña independentista, un plan que de gobernar la derecha no se volverá a ver en muchos años. Un plan y una negociaciones que son, sin ninguna duda, la única forma de reducir a mínimos las ansias independentistas, no de sus partidarios más radicales, pero si del pueblo catalán en su conjunto, que en definitiva es quién decide.
La izquierda ha de plantar cara a lo que viene, y lo que viene es una mayoría absoluta de la derecha sustentada por el apoyo de la extrema derecha, de ser así veremos como las exigencias de los catalanes quedan en nada comparadas con las que Vox pondrá encima de la mesa para la investidura de un nuevo Gobierno primero y para la gobernabilidad después.
En estas  próximas elecciones generales los votantes de la izquierda han de movilizarse al máximo desde ya. Bastaría con que cada votante de izquierda convenciera a un indeciso para que una coalición de izquierdas gobernase España. Se hizo en abril de 1936 y se debe reeditar en 2019, pues vital para un gobierno de progreso en la “Piel de Toro”


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