martes, 11 de junio de 2013

BATALLA IDEOLOGICA

En la batalla ideológica habrá que emplear una estrategia adecuada, teniendo en cuenta la situación ideológica actual, el problema es del pueblo y habrá que decirlo aun a riesgo de predicar en el desierto. Lo cual no significa que no deban o puedan haber liderazgos, vanguardias. Lo que significa es que el pueblo no se puede acomodar, debe estar permanentemente alerta para que quienes dirijan desde arriba la transición a un nuevo sistema sientan la presión popular de manera continua. La iniciativa debemos tenerla los de abajo. es necesario aglutinar a la mayoría social,, a las clases populares, a la ciudadanía (no a las élites, obviamente, casi cualquiera entiende eso), a las masas, o como demonios queramos decirlo alrededor de un proyecto político que nos saque de la situación actual que vive España. La palabra “democracia” no puede ser demonizada por el sistema burgués, salvo si toma el camino del fascismo, porque dicho sistema domina ideológicamente a la mayoría aparentando ser democrático. ¡Pero es que la burguesía domina por su poder económico!, esencial, de la “democracia” burguesa, a saber, necesitar al mismo tiempo evitar la democracia auténtica y aparentar serlo ya, debe ser explotada en la batalla ideológica por quienes luchamos por un sistema mejor. Que los trabajadores, al menos una gran parte, toman los medios de producción, pero no el Estado. La burguesía, que controla el Estado, es decir, el poder político, que controla las fuerzas de seguridad (policías y ejército), los medios de comunicación, que por algo se consideran el cuarto poder, la Justicia, etc., pero que, de repente, pierde el control económico (al menos, en parte), no se va a quedar de brazos cruzados, obviamente. Pero no hace falta elucubrar sobre lo que podría ocurrir, basta recordar lo que pasó, por poner unos pocos ejemplos, en la Comuna de París, o en la España de 1873. No se puede construir el futuro sin tener en cuenta el pasado. Como tomar el poder ya se resolvió a nivel teórico (y práctico) hace ya cierto tiempo (el marxismo derrotó ideológicamente al anarquismo en este asunto, no por simple casualidad los intentos revolucionarios de inspiración anarquista han sido anecdóticos, a escalas espacial y temporal muy pequeñas, comparados con los de inspiración marxista):se necesita tomar el control del Estado. Para hacer la revolución social, económica, necesitamos primero, la revolución política. No por casualidad planteó Marx el concepto de la dictadura del proletariado. Podemos quedarnos a mitad de camino. La socialdemocracia intentará que con unas pocas reformas (por necesarias que sean) el pueblo se contente. La socialdemocracia ya ha demostrado sobradamente que está para defender al capitalismo, que es el lobo travestido de oveja. Soy consciente de la imperiosa necesidad de superar el capitalismo, deberemos procurar seguir el camino, acelerando la marcha siempre que sea posible. No podremos dormirnos en los laureles.

José María Domínguez

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