jueves, 29 de mayo de 2014

INTELIGENCIA COLECTIVA

Si esta organización tuviera inteligencia colectiva en la dirección de IU . crisis actual del capitalismo no le hubiera cogido, como al resto, con el pie tan cambiado. Hubo muchos avisos previos, sacudidas, choques de placas tectónicas en la periferia del sistema -corralito en Argentina, crisis de los Tigres Asiáticos, Efecto Tequila en Méjico, crisis venezonlana que dio lugar al caracazo,...-, incluso en el mismo centro del sistema (estancamiento de la economía en Japón, crisis de las punto.com en USA). Las señales estaban ahí, a la vista de todo el que quisiera verlas. Que a nivel individual muchas personas de a pie tampoco la viéramos venir es secundario. Una organización debiera ser en el pensamiento, aún cuando de echo no lo sea, algo superior al pensar individual. Los viejos de este, país, esos de los que se suele decir que cuentan batallitas, barruntaban algo, cuando veían las subidas incesantes de la vivienda, a la que no acompañaban los salarios -de ahí que mucha gente tuviera que vivir a crédito- y la facilidad con la que se concedían las hipotecas. Decían: “esto va a estallar en cualquier momento” o“esto tiene que estallar por algún lado”. No les hacía falta ser Ministros de Economía. Simplemente no les cuadraba lo que estaban viendo. Que una organización política de dimensiones más bien medianas, y con economistas en sus filas, no viera lo que se nos venía encima tiene peor pasar. Esta organización entendería que ya no hay espacio ni para la socialdemocracia ni para los modelos económicos keynesianos o neokeynesianos que defiende en sus propuestas políticas. El golpe que el TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones UE-USA) infligirá sobre la soberanía económica de los Estados, la desregulación del mercado financiero mundial y del comercio, muchos años antes, se añaden a la imposibilidad de una política de inversión pública que revierta todo lo privatizado si no se contempla la expropiación de las grandes fortunas y de sus negocios porque la suma de lo privatizado es astronómica, los Estados están endeudados y no tienen dinero para realizar esas políticas y ni siquiera se podría cubrir ese déficit con una política impositiva realmente progresiva. Pero una política de expropiación exige una voluntad de enfrentamiento con el capital que supone la ruptura con los límites del marco legal institucional y, en consecuencia, conlleva apostar por planteamientos cuasi insurrecionales. Algo muy distinto de las declaraciones de Cayo Lara el anteúltimo día de campaña con aquello de que los gobiernos se cambian en las urnas. Esta es una afirmación que la puede suscribir tanto el PP como el PSOE porque en su institucionalismo la han repetido hasta la saciedad. Los trabajadores conscientes, seamos capaces de votar sin ponernos una pinza en la nariz -porque es preciso dar un giro hacia la lucha de clases, sí se quiere derrotar al capitalismo.
PODEMOS. Muchos compañeros decidieron dar su apoyo a esta formaciòn por alli se encontraban antiguos compañeros y compañeras de encuentros en las luchas en las dos últimas décadas de su militancia. Allí en la idea estaba Pablo Iglesias con el que compartieron tareas de dirección en el Comité Regional de la Juventud Comunista de Madrid de 1996-2000. Iñigo Errejón al que conocían de la Coordinadora Antifascista de Madrid y la gente sana de Izquierda Anticapitalista, como Miguel Urban y Teresa Rodríguez, si la dirección de IU hubiera tenido una inteligencia colectiva, en estas pasadas europeas hubieran concurrido conjuntamente, tres millones de votos es para que la derecha de esta país se piense que no puede seguir con la actitud que tiene de opresión para el pueblo. Por eso hoy mas que nunca nos hace falta que toda la izquierda forme un frente comun para derrotar a los que nos oprimen.

José María Domínguez

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